C/San Miguel 81,
No podemos cambiar lo ocurrido, pero sí sentirlo de otra manera
Es importante tener en cuenta que la forma en que una persona responde al trauma puede variar según factores individuales. Una definición más exacta de trauma sería acontecimiento emocionalmente abrumador, a menudo asociada con un evento estresante, peligroso o amenazante que puede tener un impacto significativo en la salud mental, emocional y física de una persona.
Cuando una persona se enfrenta a un trauma, su capacidad para hacer frente y procesar la experiencia puede verse abrumada, derivando en respuestas emocionales y psicológicas, como ansiedad, angustia o estrés postraumático (TEPT).
Impacto en la salud:
Nuestra salud física y mental es algo vital para el desarrollo de cada aspecto de nuestra vida, de ahí que el correcto tratamiento de los traumas adquiere un peso importante para nuestra salud.
Salud mental:
Las personas que han experimentado trauma pueden sufrir síntomas de ansiedad, como nerviosismo, preocupación excesiva, ataques de pánico y fobias específicas.
El trauma puede aumentar el riesgo de desarrollar ciertos trastornos como pánico, fobias o estrés postraumático. Estos síntomas pueden interferir en el normal desarrollo de la vida, afectando también a nuestra calidad de vida en general. Actuar a tiempo puede permitirnos eliminar el problema de raíz y reducir sus consecuencias.
Salud física:
Los efectos derivados de un trauma también se pueden extender hacia nuestra salud física, haciendo especial énfasis en enfermedades cardíacas, dolores crónicos o trastornos de sueño.
Para abordar tanto los aspectos mentales como físicos del trauma y favorecer una recuperación integral y la salud a largo plazo, es fundamental acudir ante un profesional.
Contacta con el centro Camí Psicología y pide más información.
Síntomas:
- Recuerdos intrusivos: pensamientos o imágenes relacionadas con el evento traumático
- Intenta evitar conversaciones o situaciones asociadas con el evento traumático
- Sensación de alerta o peligro constante
- Contantemente distraído en pensamientos asociados con el trauma
- Cambios bruscos en el estado de ánimo como tristeza, culpa o apatía
Terapia:
En relación a su tratamiento, hay que tener en cuenta que cada persona es diferente, así como la forma en la que responde al tratamiento.
Cada persona está influida por factores individuales, como la edad, el apoyo social, las experiencias pasadas y los recursos personales.
Se podría decir que las técnicas utilizadas en esta terapia implican enfrentarse de manera gradual y controlada a los recuerdos, pensamientos y situaciones relacionadas con el trauma.
Preguntas frecuentes
Para el proceso de recuperación de un trauma, se trabajará en los diferentes aspectos de la vida de una persona, incluyendo su salud mental, emocional, física y social. La participación tanto en terapias individuales como grupales, será fundamental para el desarrollo de estrategias de afrontamiento efectivas, así como el fortalecimiento de habilidades de resiliencia.
Es importante conocer que el proceso de recuperación del trauma es algo que lleva tiempo y su recuperación será gradual. Incluso pueden aparecer altibajos durante el camino que pueden retrasar el proceso. Sin embargo, con el apoyo terapéutico adecuado encontrarás el bienestar y una capacidad para manejar los desafíos asociados con el trauma.
El impacto del trauma en las relaciones personales, familiares y laborales, puede llegar a ser significativo a la vez que multifacético.
Cuando alguien experimenta un trauma significativo, las personas cercanas a ella pueden verse afectadas de diversas maneras. Por ejemplo, pueden experimentar mayores niveles de estrés y ansiedad, al sentirse impotentes por ayudar a la persona afectada. Sintiendo síntomas síntomas similares al trauma debido a la empatía y la conexión emocional con la experiencia de la persona traumatizada.
En las relaciones personales, el trauma puede generar dificultades para establecer y mantener relaciones íntimas y significativas.
Las personas que han experimentado trauma pueden tener dificultades para confiar en los demás, expresar sus emociones de manera saludable y establecer límites adecuados en las relaciones.
El bienestar emocional mientras se trabaja en la recuperación de un trauma es fundamental, ya que requiere de una atención y dedicación especial. Aprender a cuidarse desempeñará un papel vital en el proceso de recuperación, brindándonos la salud mental necesaria para afrontar el trauma de la mejor manera posible.
Autoconocimiento y autoaceptación: tómate tiempo para comprender tus propias necesidades emocionales y pensamientos.
Dedícale tiempo a actividades que te brinden satisfacción y liberen tu mente, hablamos de hacer ejercicio, técnicas de relajación o hacer yoga.
La terapia es el lugar ideal para explorar tus experiencias, desarrollar estrategias de afrontamiento y recibir apoyo individualizado.
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