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Una adicción es un estado caracterizado por la dependencia física o psicológica hacia una sustancia o comportamiento, la persona experimenta un fuerte deseo por continuar con el uso o práctica del mismo, hasta el punto de obviar las experiencias negativas que esto le puede traer.
Las adicciones no son solo un problema de abuso de sustancias; también pueden implicar comportamientos compulsivos como el juego, el uso excesivo de tecnología o incluso el consumo obsesivo de alimentos. Estas conductas conllevan una disminución de la calidad de vida, afectando a todos los ámbitos de nuestra vida y como resultado a nuestra salud mental.
Adicciones más comunes:
Alcohol: una de las sustancias que más adicción genera y por ende más problemas, es el alcohol. Se trata de una de las sustancias más comunes en las relaciones sociales por lo que muchas personas tienen acceso a ellas y la consumen habitualmente.
Drogas: Sustancias como la cocaína, la heroína o medicamentos recetados, son algunos de los estimulantes que más altamente adictivas, con efectos dañinos para el cuerpo y la mente.
Juego compulsivo: ese deseo incontrolable por apostar, conocido como ludopatía está cada vez más presente, sobre todo en los más jóvenes. Sus consecuencias son evidentes: problemas financieros, familiares y emocionales.
Uso excesivo de tecnología: El uso obsesivo de dispositivos electrónicos, como teléfonos inteligentes, videojuegos o redes sociales, puede generar aislamiento social y afectaciones en el rendimiento académico o laboral.
Compras compulsivas: La compra compulsiva o el gasto excesivo pueden convertirse en una forma de adicción, causando estrés financiero y problemas en las relaciones.
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Síntomas:
- Aislamiento social o retirada de actividades que antes disfrutaba
- Pupilas dilatadas o contraídas y problemas de coordinación motora
- Mentir o ser secretivo sobre sus actividades
- Cambios significativos en el apetito o peso
- Perder interés en responsabilidades o actividades importantes
Terapia:
El objetivo principal de la terapia es hacer una evaluación personal de la persona con el objetivo de ofrecer un tratamiento personalizado a su situación. También apoyo a la hora de tratar con su dependencia a sustancias o comportamientos adictivos y restaurar un estilo de vida saludable y equilibrado.
Los enfoques terapéuticos son diversos, pero suelen compartir algunos elementos comunes, como el apoyo emocional, la modificación de patrones de pensamiento y comportamiento, y la promoción de habilidades para la vida diaria.
Los grupos de apoyo también cumplen un papel fundamental al ofrecer un entorno seguro donde las personas pueden compartir experiencias y recibir aliento en su camino hacia la recuperación.
Preguntas frecuentes
Los signos tempranos de la adicción pueden ser sutiles y a menudo pasan desapercibidos. Como psicólogo, se buscan cambios en el comportamiento, las emociones y la salud física, algunos de los signos tempranos más comunes incluyen:
1. Cambios en el estado de ánimo: Irritabilidad, ansiedad, o cambios repentinos en el humor.
2. Alteraciones en los patrones de sueño y apetito: El insomnio, el sueño excesivo, o cambios significativos en el apetito pueden ser señales de alerta.
3. Ausencia de interés en actividades previamente disfrutadas
4. Problemas de rendimiento escolar o laboral
La adicción puede tener un impacto devastador en las relaciones personales y familiares. Como psicólogo, este efecto puede manifestarse de diferentes maneras:
1. Tensión emocional y conflictos: Resultado de los cambios de humor y comportamiento se pueden provocar discusiones y tensiones interfamiliares y amigos.
2. Desconfianza y ruptura de la comunicación: La secretividad y la mentira pueden erosionar la confianza en las relaciones, dificultando la comunicación abierta y honesta.
3. Aislamiento social: A medida que la adicción avanza, las personas tienden a aislarse de sus seres queridos, lo que puede llevar a un círculo vicioso de soledad y consumo.
4. Impacto en los hijos: el estrés emocional derivado de su difícil situación, puede tener repercusión en su trato con sus hijos. Lo que puede resultar en un peor rendimiento escolar e inseguridades.
Las adicciones rara vez desaparecen por sí solas sin tratamiento profesional. Aunque algunas personas pueden superar una adicción sin ayuda, esto es muy poco común y conlleva riesgos altos de recaída y otros problemas graves de salud o sociales.
El tratamiento profesional ofrece herramientas, apoyo y estrategias para abordar tanto los síntomas como las causas subyacentes.
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